En 1888, Marvin Stone, un fabricante estadounidense de cigarrillos, inventó la primera pajita de papel del mundo. Más tarde, con la invención del plástico, las pajitas hechas de este material no solo eran estables sino también apetecibles, por lo que gradualmente reemplazaron a las pajitas de papel originales y se convirtieron en la opción preferida.

En los últimos años, a medida que los problemas ambientales globales se han vuelto cada vez más serios, las personas se han vuelto cada vez más conscientes de la protección del medio ambiente. El plástico, debido a su alta estabilidad, ha sido durante mucho tiempo una de las materias primas utilizadas en muchos productos cotidianos. Sin embargo, la estructura estable del plástico dificulta que se degrade naturalmente en un corto período de tiempo después de desecharlo. El ciclo de degradación del plástico de 100 o incluso 200 años es una gran carga para el medio ambiente, por lo que es en este contexto que las pajitas de papel están "reapareciendo".

Las pajitas de papel, hechas de papel de pulpa de madera apto para uso alimentario, se pueden degradar de forma natural en 3 o 4 meses después de desecharlas y no causarán ningún daño al medio ambiente. Se pueden utilizar a temperaturas que oscilan entre -10 °C y 90 °C y tienen una vida útil de alrededor de 1 a 2 años, lo que se adapta perfectamente a las necesidades diarias de las personas. Además, como producto de papel, las pajitas de papel se pueden personalizar y hacer divertidas imprimiendo sus propios diseños y colores en el cuerpo del tubo con tintas aptas para alimentos.